19 de enero de 2016

La mejor oferta


Una película del 2013 dirigida y escrita por Giuseppe Tornatore. Virgil es un viejo experto en arte y agente de subastas quien vive su vida con un gran vacío. Es una persona solitaria, y es ese permanente estado de soledad al rededor del cual gira toda la historia. Pero llega a su vida una persona que lo convertiría en una montaña rusa de emociones. Una historia de amor, o de engaño. La mejor oferta es una excelente opción para quienes tienen cierta pasión por el arte. En ella veremos lo fantástico del cine cuando el director es también el  guionista.
Virgil conoce una mujer escondida en su propia casa y en su propio cuarto, quien sufre una extraña enfermedad que no le permite relacionarse con otras personas. Un poco torpe a la hora de intentar conquistarla, pero lo logra, Virgil logra sacarla de su encierro. Un anciano y perdido hombre adinerado, una joven, vital y hermosa mujer que lucha contra sus propios demonios. Se tejerá una tierna historia de amor en la que ambos aportarán al otro lo necesario para seguir adelante con sus tortuosas vidas. La forma tan brutal y apasionada en que el protagonista se enamora de Claire nos mostrará lo idílico que puede llegar a ser el amor para alguien que tal vez nunca ha sido amado. Los espacios usados son muy elegantes, en parte para mostrar la riqueza material que posee Virgil, y en parte para ver un poco el mundo desde los ojos de éste. Un hombre demasiado cuadrado, demasiado medido, que quiere tener todo bajo control como está acostumbrado.
Los planos que usa Tornatore para mostrar la soledad de Virgil son asombrosos. Se puede sentir casi la misma soledad que siente el personaje. Nos muestra la ironía de tenerlo todo en la vida, y al mismo tiempo no tener nada. El final de la película tiene sus incongruencias, pero al mismo tiempo es muy brillante. El personaje de una enana que aparece esporádicamente a lo largo de la película será el determinante de la historia.
Tornatore nos irá soltando pistas a lo largo, una de ellas será la metáfora de las falsificaciones de obras de arte, las cuales Virgil es experto en identificar. Lastimosamente, el adinerado y astuto agente de subastas no logrará identificar la falsedad en la vida real, lo cual lo volverá a dejar con el mismo vacío con el que comienza esta interesante historia. Vuelven los mismos planos iniciales y volvemos a ver el sufrimiento del protagonista, pero esta vez gritando mas fuerte que nunca. Al final solo nos queda el amargo sabor del engaño, las ilusiones destruidas, la traición, pero más que nada, el de la eterna soledad.

Si ya se vieron la película me gustaría que comentaran su opinión al respecto. Saludos!

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